Érase una vez una pequeña manzanita que nació en un pueblo de montaña donde siempre hacía mucho frío. De hecho, durante el invierno, siempre nevaba.
Esta manzanita que se llamaba Madi, formaba parte de una família muy trabajadora, y era la pequeña de varios hermanos y hermanas.
Madi era una manzanita muy alegre y divertida y nunca se había sentido mal hasta que empezó el colegio.
¿Por qué piensas que pudo sentirse mal Madi?
Pues porque ella tenía un color de piel diferente al resto de sus compañeros, aunque ella nunca pensó que eso podía ser motivo para que no la quisiesen.
Pasados unos días, Madi había perdido su alegría y su sonrisa, así que su maestro decidió que había que hacer algo al respecto.
Después de varios días de convivencia y de aprender a conocerse, se dieron cuenta que las diferencias solo están presentes para los ojos que las quieren ven.
Mi anotación propia: vuelve a mirar la foto y realmente ¿qué ves?. Yo únicamente veo un grupo de manzanas.